**REFLEJO** hetero B2ST

ESPEJO

Vivo así desde hace siglos, mirando la vida desde un lugar que nadie esperaría, soy una inexistencia, un problema que no tiene ni principio ni fin, soy la nada, soy el reflejo de la humanidad. Encerrada en la perfección, más bien en la nada, estoy dentro de cada persona por un instante pero cuando dejan de mirarse vuelvo a la soledad. Estoy encerrada en un espejo, soy la nada, un alma vagante que siempre se contenta con mirar lo que los demás hacen, el resto de personas no me miran, no siente que estoy aquí, para ellos es importante solo estar bien. Una tela me cubre cambiando mi hogar, me han vendido como antigüedad, dicen que tengo cien años pero en realidad son muchos más, me molesta la rudeza de quienes e cargan, me depositan y llevándose la tela con ellos, eh pasado por castillos, fortalezas, mansiones, casas, basureros y ahora un departamento.


-otro mas-susurro, mientras un chico se acerca, me mira a los ojos sin saber que estoy ahí.


-libertad…-no entiendo porque dice eso, sus ojos están rojos, parece haber llorado, sufrido, está marcado por ojeras que delatan su desvelo.


-¿eso quieres?- se asusta y retrocede al notar mi presencia.


-¡CHICOS!-grita desaforado, escucho ruidos y me alejo de él.


-que pasa- un joven alto entra a la habitación llena de ropa.


-una c..h…i..c..a..- tartamudea señalando con su mano el espejo.


-¿Qué?- se acerca incrédulo encontrándose solo con su reflejo, mira extrañado a su amigo y suelta una carcajada sonora –estás loco doojoon- se fue golpeándolo
en la cabeza.


-¿loco?, tal vez tiene razón, una chica en un espejo es imposible- se frotaba la
barbilla.


-¿tratas de convencerme a mi o a ti?- volví a aparecer por la curiosidad de hablar
con alguien.


-¡YOSEOB!- se fue corriendo para volver acompañado con un tipo distinto, más bajo y de rostro afable.


-¿de qué hablas?- también se acerco sin encontrar nada.


-hay una chica, lo juro- este incluso golpeo mi espejo para convencerlo –de
cabello negro lacio y tez clara pero no demasiado- sus ojos se desorbitan al hablar.


-si no te gusta el espejo nuevo solo tíralo- también lo abandonó.


-no me tires… -rogué ante terrible posibilidad.


-¿estoy alucinando?- podía notar como su respiración se aceleraba.


-no…


-¿Quién eres?- nadie me había preguntado eso, era extraño, incluso intentar
recordar me provocaba dolor de cabeza.


-alma… creo…- era lo único que se me veía a la mente ante esa pregunta.


-¿alma?- asentí con mi cabeza.


-¿Qué eres?- algo difícil de contestar.


-antes fui humana, ahora creo que soy la nada- se vio preocupado ante mi
respuesta.


-¿Por qué puedo verte?- sonreí recordando a los otros que ya habían podido
hacerlo.


-ofreciste tu vida por volver con alguien- una llave que aunque sonara demasiado
cruel le ofrecía la posibilidad de verme.


-no entiendo- me toque mis rostro con mis manos siguiendo el recorrido que haría una lagrima -¿Cómo sabes?- instintivamente se toco las mejillas.


-no eres el primero- sonreí poniendo mi mano sobre el vidrio que me separaba de el -¿quieres contarme?- miro al piso decidiendo si era buena idea hacerlo.


-una chica, mi ex novia- comenzó, las palabras salían con dificultad –decía que me amaba, quería que lo hiciera público, pero no podía y me engaño- sus ojos brillaron como diamantes por las lagrimas que querían brotar.


-¿puedo verlo?


-¿Qué?- lo mire con tranquilidad.


-toca el espejo, quiero ver tu historia- dudo por un momento pero lo hizo al final.


Lo vi a él llorando encerrado en el baño, sus amigos querían entrar pero él no lo permitió, la escena cambio, una chica estaba tomada de su mano, le susurraba al oído mientras sonreían, parecían felices, compartiendo algo tan banal como un helado, pero de pronto un grito hizo que empezaran a correr, se escondieron de un montón de chicas que los perseguían. “lo siento” dijo, pero el rostro de la chica aunque sonreía era perdido y vacio. Un nuevo cambio llego, ahora la misma chica que antes le susurraba, estaba besando a un hombre que no era él, sentí el sufrimiento y la desesperación de doojon, las lágrimas también quisieron brotar de mí, caminó hacia ellos gritando dolor, apretaba sus dientes para controlarse pero le era imposible, el mundo se le había derrumbando, intente tocarlo, pero para variar nada paso, las imágenes se mezclaron haciendo un collage que me dictaba el final del cuento, todo oscureció y volví a la realidad.


-te lastimo-exclame mirándolo como un gatito asustado.


-ya no importa- me dio la espalda.


-te importa mucho- dije.


-lo superare- su tristeza me enterneció.


-yo llevo intentando lo mismo miles de años, pero el dolor revive cada vez- se
supone que no debia decir eso pero sentí la necesidad.


-no ere de ayuda- note que su frustración aumento.


-creo que es hora de decírtelo- las reglas del juego, sus beneficios debían quedar claros para que decidiera pronto.


-¿Qué cosa?- tome el collar con una paloma que colgaba de mi cuello empuñándolo con fuerza.


-tienes deseos- no respondió, pensé que no me escucho pero probablemente solo estaba asombrado –uno después del otro…- continúe.


-¿Cuánto tiempo?- las misma pregunta de siempre.


-hasta que halles la felicidad- sonrió ante la idea –o te canses de buscarla- ensombreció.


-¿eso es todo?- una parte de mi pensaba que no se lo tomaba enserio.


-puedo salir una vez al día del espejo- pensé que olvidaba algo pero no sabía que.


-asintió con la cabeza y salió un tanto satisfecho y extraño, me senté a esperarlo
con mi vestido blanco, un nuevo cristal apareció en mi rostro, el decimo, espero esta vez me traiga algo bueno salir al mundo exterior.


-te enamoraras de nuevo- la voz que era mi única compañía hizo temblar los
vidrios que me rodeaban.


-ya no mas- rogué acariciando los cristales que adornaban mi rostro.


-lo harás- afirmo.


-¿y el libre albedrio?- mire mi propio reflejo dentro del espejo.


-se termino cuando decidiste ofrecerla…- mi pecho se sacudió.


-lo sé…- me gire para observar la habitación donde antes estaba doojoon.


-duerme- concluyo, sentí como el aire empezaba a calentarse, una cama apareció frente a mí, todo lo que necesitaba siempre aparecía, no estoy segura de si es vida o muerte pero sé que es encierro.


El amor lástima, me lastimó y lastimara a millones mas…